martes, 15 de mayo de 2018

Primera comunión de Carla. La tarta y decoración

Ya sabéis que me encanta hacer tartas, que en los últimos años me encargo de las tartas de todas las celebraciones, pero en la Primera Comunión de Carla, era impensable, por varios motivos, por no estar a la altura de tal acontecimiento (obviamente), por el tiempo y la logística.

Así que lo encargamos a un grande de la pastelería, a Escribà (soy fan número uno!!!), a un artista en sorprender, en hacer que el momento tarta sea mágico, como dice en su página web, "no sólo hacemos pasteles, creamos ilusiones"
Descartamos tarta de fondant, ni naked cake, ni drip cake... más que nada porque son tipos de tarta que ya hago yo, y nos decantamos por las tartas decoradas con brochetas de chocolate, su signo de identidad.

Una tarta sacher llena de brochetas de chocolate en blanco, rosa y rojizo.
Labios de chocolate, macarons, flores, fresas bañadas de chocolate... y con el nombre de Carla en chocolate decorado.

El momento de la tarta tiene que ser un momento especial, tiene que sorprender, así que no tenerla durante toda la comida a la vista en la mesa dulce, ayuda a que ese momento sea más mágico, y si además le ponemos dos antorchas, el momento de entrar el pastel hace que sea realmente wowww!!!!

Porque toda celebración se acaba con la tarta, se hacen fotos con la tarta (nunca con el primero ni el segundo plato), así que es un momento que tiene que ser muy bonito.
Y en casa del herrero, cuchillo de palo... pues Carla no quiso que la modelara en fondant (mira que lo he hecho para otras personas!) Al estar acostumbrada a guardar de los cumpleaños figuras de la tarta de fondant, quería una muñeca de cerámica, de las de siempre, eso sí, que se pareciera a ella, para tenerla en su habitación de recuerdo de su gran día. Pues dicho y hecho, una figura de niña de comunión a su imagen y semejanza.

En cuanto al resto de la decoración de la comunión, hice un aro con globos y el nombre de Carla.
Ya había hecho uno el año pasado, y como me gustó tanto, he repetido. Podéis ver como se hace aquí.

Para señalar el sitio de la protagonista de la primera comunión, puse un globo gigante decorado con tassels en rosa y dorado, los mismos tonos que la Candy bar

Y para entretener a los niños mandalas para pintar, juegos y un photocall infantil para que se lo pasaran en grande.
¡Cómo se divirtieron con el atrezzo y siendo un "cuadro"!

Fue un día fantástico que recordaremos por mucho tiempo.
Un beso





jueves, 10 de mayo de 2018

Primera comunión de Carla. Candy bar

Y llegó el dia que hemos estado preparando durante tanto tiempo, el día de la primera comunión de Carla.
Porque la Primera Comunión no es como una fiesta de cumpleaños cualquiera, no es tan solo preparar la fiesta, la tarta, los detalles, ni incluso el encontrar traje para toda la familia, especialemnte para la comulgante (y mira que todo ésto da mucho, pero muchísimo trabajo), sino que son dos años de preparación para este gran día, por lo que tiene que ser muy especial.
Aunque lo celebramos en un restaurante, no podía dejar de poner mi toque personal y hacer un candy bar para esta fecha tan importante.
Una mesa dulce presidida por la tarta de chuches y galletas que ya os enseñé, con los detalles para los invitados, y con galletas, dulces y bombones para endulzar la velada.

Además de chuches, puse unas bolas doradas de cereal, están muy ricas, y es que además quedan muy elegantes y bonitas en las mesas de comunión y boda.

Yo las compré por internet (en algunas tiendas de chuches también las tienen, aunque sean por encargo), son de la marca Tukán y las hay de diferentes colores perlados, unos tonos preciosos que hacen que la mesa dulce quede de lujo.

Con tono también perlado, compré unos bombones rosas con corazón de avellana cubiertos de chocolate blanco, bombones Maxmi, en Barcelona los podéis comprar en la calle Lepanto, 323.
Si los de cereal están ricos, estos bombones de avellana y chocolate blanco ya son lo más, realmente deliciosos, extraordinarios. Estos bombones, aunque también les gustan a los niños, van más dirigido a los adultos, ya que se trata de un bombón de gran calidad que además tiene una apariencia muy elegante.

Para los recordatorios dibujé a Carla con su vestido de comunión y la pinté con acuarela. Sí, las dibujé yo, ¡ni yo misma creo que me haya atrevido!
El mismo dibujo con una corona de flores de acuarela sirvió también de topper para decorar la mesa dulce

Los recordatorios y toppers los imprimí en la imprenta con un papel muy grueso y rugoso, de esta manera quedaron unos puntos de libro con mucho cuerpo.

Entre las galletas y el dibujo personalizado, todo muy DIY, quedó todo muy conjuntado.


Además de las galletas de niña de comunión, encargué unos detalles para las señoras y los niños (a los señores ya les damos un recordatorio con la foto de Carla)

Para las señoras, unos saquitos de lavanda con el nombre de Carla bordado

Y para los niños, un lápiz con el nombre de cada pequeño invitado en madera.
El nombre de las niñas en rosa palo, y el de los niños en mint.

Creo que hace mucha más ilusión que cada uno se lleve el lápiz con su nombre que no con el nombre de la niña de la comunión (aunque no ponga el nombre de Carla en el lápiz seguro que se acuerdan, y lo más importante, seguro que lo utilizan más si pone el nombre de cada niño y no el de Carla).
Tanto las bolsitas de lavanda con el nombre bordado como los lápices personalizados con el nombre de madera los encargué a Teresa Estrem, precioso todo su trabajo.

En el borde de la mesa puse una guirnalda de borlas de papel de seda, en dos tonos de rosa y dorado, como el resto de la mesa. Si queréis saber como se hacen las borlas, os lo explicaba en este enlace.

Con algunos detalles en dorado combinado con el rosa y blanco, resulta una mesa femenina y dulce.
Una combinación que me encanta.

Espero que os haya gustado, en el post de la semana que viene os cuento sobre la tarta y el resto de decoración de la comunión
Os espero





viernes, 4 de mayo de 2018

Tarta de chuches y galletas

La galleta de niña de comunión que os enseñé ayer, además de regalarlas en sus respectivas cajitas, sirvió para decorar un tarta de chuches.

Hice una tarta con gominolas y galletas que fue el centro de la candy bar.
Además de la niña de comunión, decoré flores en tonos rosa, blanco y amarillo, tonos suaves para esta ocasión tan especial.

Embolsé las galletas para que no perdieran frescura y si no se comían se las pudieran llevar.
Las gominolas que utilicé también eran de tonos rosados, blancas y amarillas, los tonos de la mesa dulce, y algún toque de verde que haría de hojas.
Me encantan las nubes en forma de flor, que insertadas en un palillo o brocheta (dependiendo de la altura) y con una gominola verde (lengua verde o una manzana) hacen que realmente parezca una dulce flor.
Y si además ponemos las flores juntas a diferentes niveles, hacen un bouquet de lo más bonito.

Para que no se vea el palo en las flores altas, recomiendo poner gominolas por toda la brocheta que se vaya a ver.
Me gusta que las tarta de chuches estén bastante tupidas, quedan mucho mejor. Es preferible que el centro sea más pequeño y tupido que no que sea muy grande pero que quede vacío.

Pusé también pequeñas decoraciones hechas con fondant, una mariposa aquí.... otra allí...., una florecita aquí.... otra allí.... Pequeño detalles que hacen la tarta más especial.

Pero los detalles todavía no se han acabado, también había abejas y mariquitas esparcidas por la tarta, lacasitos pintados con rotulador negro comestible y un poquito de glasa blanca para hacer las alas de las abejas.

Entre las galletas decoradas, gominolas, detalles de fondant y bichitos de lacasitos, la tarta estaba llena de detalles, siendo muy bonito ver la cara de los niños descubriendo los pequeños detalles que escondía la tarta


jueves, 3 de mayo de 2018

Galletas niña comunión

Si siempre me hace ilusión decorar galletas de comunión, más aún si son las galletas de la comunión de mi niña.
Como no podía ser de otra manera, tenía que hacer unas mini Carlas galletizables, igualitas a como iría el día de su primera comunión, una fecha muy especial, donde sería la gran protagonista.

Su pelo rizado, la coronita de flores y el vestido de plumeti de tul bordado con el fajín ocre.
Realmente se parecía tanto!!!

Para hacer estas galletas de comunión utilicé el cortador Celia de Postreadicción, queda una galleta grandecita, muy bonita para regalar.
Como siempre, las decoré con glasa, un trabajo bastante entretenido sobretodo cuando haces un montón, ya que al tener que regalar muchas, doblé la masa que normalmente hago. Unas 45 galletas decoradas al mínimo detalle.

Como acsostumbro a hacer galletas decoradas para cada cumpleaños, esta vez tenía que ser más especial, no podía embolsar las galletas en un bolsa como hago siempre. Así que compré cajitas en Postreadicción, quedando una presentación mucho más cuidada, haciendo que la galleta luciera mucho más y diera muchísima más pena comersela.

Compré las cajas desmontadas y las monté yo misma, al principio cuesta un poquito, pero enseguida le coges el truquillo y ya van saliendo solas.
La galleta la enganche en la caja con un poco de glasa.

La única desventeja que les encontré a las cajitas es que no quedan herméticas, como sí pasa cuando las pones dentro de una bolsita. Así que, desde que las tuve listas en las cajitas hasta el día de la comunión, las tuve guardadas dentro de una bolsa para que se conservaran mucho mejor.

Pero la galleta de niña de primera comunión y las de flores también sirvieron para decorar otra cosa, ¿el qué? Si me sigues en instagram ya lo sabrás, y sino... mañana te lo desvelo
¡Hasta mañana!


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