lunes, 22 de julio de 2019

Brastislava

A medio camino de Budapest y Praga se encuentra Bratislava, la capital de Eslovaquia
Los traslados entre Budapest y Bratislava y entre Bratislava y Praga los hicimos en tren, un trayecto muy cómodo y rápido.
Hungría y la República Checa tienen moneda propia, y da gusto entrar a Eslovaquia y poder utilizar el euro.
Como la ciudad es pequeña, plano en mano, recorrimos sus calles del centro, visitando la catedral, la zona comercial llena de tiendas y restaurantes.
El centro histórico está lleno de figuras de bronce, la más conocida es la de Cumil, en el cruce de las calles Panská y Sedlarská. Representa a un trabajador que sale de una alcantarilla y mira hacia la calzada (dicen que para fisgar por debajo de las faldas de las mujeres).
Otra de las estatuas más emblemáticas es el soldado napoleónico que está apoyado en uno de los bancos de la Plaza de Hlavne Namestie, uno de los lugares más concurridos de la ciudad.
Otra escultura muy famosa es el Schöne Náci, ubicada en la calle Rybáska brána. Personifica a uno de los personajes más famosos de la vida de la ciudad de principios del siglo XX, Ignác Lamar, que saludaba a las damas levantando graciosamente su sombrero de copa y con frecuencia les regalaba flores o les cantaba una canción.
Hay muchas estatutas más, podéis ir recorriendo las calles para descubrirlas.

Si no habéis visto ninguna iglesia azul, en Bratislava hay una, incluso el interior y los bancos lo son.
En una colina, dominando la ciudad está el castillo de Bratislava, símbolo de la ciudad
Muy cerca, vemos el puente UFO que es único, en lo alto de la torre que parece una nave espacial se ven una vistas de la ciudad fascinantes (eso dicen, porque nosotros no subimos)
El centro histórico es una zona peatonal llena de tiendas y restaurantes.
donde pudimos degustar la gastronomía eslovaca
y ver tiendas muy bonitas, como la histórica pastelería
con un escaparate decorado con muñecos pasteleros
y un interior precioso. Para ver el interior tenías que pagar, que incluía bebida y trozo de tarta.
Otra tienda que me gustó muchísimo es la que está justo en frente y es de caramelos, con un escaparate que es de morir de amor
Como cualquier ciudad turística, hay un montón de tiendas de souvenirs con artesanía del país. Lo que más me gustó fueron las flores de cerámica que había de todos tipos, que combinándolo con hierba artificial quedaba un conjunto precioso. ¡Y para casa que se fueron!
Y no podemos abandonar la ciudad sin probar sus mejores helados, los de la heladería Luculus.
Nunca había visto servir el helado con tanta gracia y con acrobacia incluida, tirando la bola de helado al aire y que cayera dentro de la tarrina, o girando el cucurucho para que te asustaras porque parecía que se iba a caer el helado ... todo un espectáculo.
Con un día es suficiente para conocer la ciudad porque es pequeñita.
Mañana llegamos a Praga, os espero.

jueves, 18 de julio de 2019

Budapest. Ocio y gastronomía

Continuando la visita a Budapest hoy me voy a centrar en aspectos más lúdicos y gastronómicos.

Un imprescindible de Budapest son los balnearios de agua termal. En la ciudad se pueden encontrar hasta 118 manantiales con una temperatura de entre 28ºC a 80ºC.
Dos de los balnearios más famosos son el Balneario Széchenyi y el Balneario Gellert que está siutado en el hotel Gellert (su espectacular piscina principal rodeada de columnas salió en un anuncio de Danone).
Nosotros nos decantamos por el Balneario Széchnyi, con 3 piscinas exteriores y 13 interiores, uno de los mayores baños termales medicinales de Europa.
Es una turistada, cuando nosotros fuimos en agosto estaba llenísimo y prácticamente todo turistas, pero es muy divertido, ¡a los niños es lo que más les gustó de todo Budapest!, sobretodo la piscina de corriente en el centro.
A pesar de lo lleno que estaba, daba gusto estar dentro del agua (más impresionante debe ser en invierno estar metido en la piscina a 37ºC cuando fuera está helado), una experiencia muy relajante que os recomiendo sin lugar a duda.
Nosotros fuimos por la tarde, por lo que pudimos ver como al anochecer se iluminaban las piscinas de diferentes colores. ¡Impresionante!

En Budapest son muy famosos los ruin bar, bares ruinosos, que con un alquiler muy asequible se aprovechan edificios o locales que se iban a demoler. Es una idea de negocio que se ha exportado también a Holanda.
El más famoso es el Szimpla Kert, que fue el primero de este estilo.
En un edificio literalmente en ruinas se encuentra el bar que ocupa diferentes plantas, con una decoración ecléctica, todo desorden y donde cabe todo. Es peculiar de ver, pero desde luego no es nuestro estilo.
Budapest es una ciudad de contrastes, porque a poca distancia del bar ruinoso más famoso del mundo, se encuentra uno de los cafés más bonitos del mundo, el New York café.
Decoración clásica y muy elegante

Personalmente, nos gustó más este estilo, donde merendamos. Aunque no sea barato, un día es un día.

Continuando con el tema gastronómico, en la concurrida plaza Vörösmaty Tér se encuentra la pastelería más famosa de Hungría, la Pastelería Gerbaud
Pastelería clásica, donde Sisí tomaba su tarta favorita, la famosa tarta Dobos, compuesta por cinco capas esponjosas intercaladas con crema de chocolate y cubierta de caramelo.
Probamos la famosa tarta en dos versiones, la clásica y "deconstruida", tarta de chocolate y caramelo, acompañada con vino húngaro Tokaj.

Y sobretodo, no podéis iros de Budapest sin probar los kürtöskalác.
Como ya os expliqué en este post, los kürstökalác o chimney cake son una cinta fina de masa ligera con levadura, con un toque de canela, y a veces incorporando nueces, almendras....
La masa está enrollada alrededor de un cilindro de madera, bien espolvoreada con azúcar, lo que se convierte en un dulce con forma de espiral o rollo, con el azúcar caramelizado sobre la superficie del kürtöskalác, formando una corteza dulce y crujiente, mientras la masa de dentro queda muy suave y blanda. Después se puede espolvorar con canela, nueces, almendras, chocolate, etc., de lo que se quiera.
El término procede de kürtő, que significa ‘chimenea’. El nombre original en húngaro significa "pastel con chimenea", refiriéndose a su forma de chimenea pequeña, con el vapor del pastel fresco saliendo por arriba.
Aunque los podéis encontrar en muchos puestos callejeros, en Molnár's están deliciosos, os los recomiendo porque son los mejores que he comido.

Pero el plato más famoso húngaro es el Goulash que es un guiso de carne con verduras y como no, ¡con paprika!, pimienta roja, especie muy utilizada en la cocina húngara.

Y por último, recomendaros uno de los mejores helados de Budapest, Gelarto Rosa, situado en plena plaza de la basílica de San Esteban.
Delicioso helado artesanal, con exóticos sabores y con el plus que te lo hacen en forma de flor. ¡Una maravilla!

Budapest nos encantó tanto por la parte cultural como lúdica, un viaje que vale la pena.
Es una ciudad joven, con mucho ambiente.

Pero debemos seguir la ruta y dejar la capital húngara pera ir a Praga, pasando por Bratislava, os espero en el próximo post.

miércoles, 17 de julio de 2019

Budapest

Antes de empezar nuestras vacaciones quiero explicaros nuestro viaje a Praga y Budapest, pasando por Bratislava, que hicimos el verano pasado. Así vais cogiendo ideas por si todavía no tenéis destino, vais este verano o simplemente os entran ganas para el próximo año.

Los vuelos de avión los cogí en trivago, la ida a Budapest con Wizz Air y la vuelta desde Praga con Vueling, los hoteles/apartamentos a través de booking, y los traslados entre las tres ciudades los hicimos en tren, muy cómodo porque no hay mucha distancia entre ellas.
Si os planteáis visitar Praga y Budapest, otra opción es aprovechar y visitar también Viena que está muy cerquita. Nosotros optamos en pararnos en Bratislava, que aunque es más pequeña y no es una ciudad imperial como Viena, no la conocíamos, en cambio la ciudad austríaca la hemos visitado varias veces.

Primera parada Budapest, capital de Hungría y antigua ciudad imperial.
Lo primero que debemos saber es que Budapest es la unión de dos ciudades Buda y Pest separadas por el río Danubio. En Pest, en la orilla oriental del Danubio, se concentra la mayor parte de la población y vida urbana, mientras que Buda, en la orilla occidental, se asocia a los barrios señoriales y de clase alta.
Empezamos en el Bastión de los Pescadores, situado en la colina de Buda y uno de los puntos más populares de la ciudad.
Es una terraza con siete torres que representan las siete tribus magiares que fundaron Hungría, está construido en piedra blanca y es un mirador maravilloso de Pest.
Al lado del Bastión se encuentra la Iglesia de Matías o la Iglesia de Nuestra Señora, la iglesia católica más importante de la ciudad donde se coronaron varios reyes húngaros. Visitamos su interior y hay una zona que explica en fotos diversas coronaciones como la de Sisí.
Muy cerca, en lo alto de la colina de Buda, se encuentra el Castillo de Buda o Palacio Real en cuyo interior se encuentra la Galería Nacional Húngara.
No visitamos el museo, ya que lo interesante es pasear por los alrededores del castillo y ver las vistas de la ciudad. Para bajar utilizamos el funicular que nos dejó en la orilla del río.

En frente, al otro lado del Danubio, en la orilla de Pest, se encuentra el edificio más famoso de la ciudad y el más grande de Hungría, el Parlamento.
Edificio de estilo neogótico donde en una sala celosamente custodiada por una guardia de honor y bajo la cúpula a 96m de la altura, se exhibe el cetro y la corona con la que se ha coronado casi todos los reyes húngaros.
Una de las curiosidades de esta corona es que la cruz de la parte superior está torcida. Ya digo yo que la podrían haber arreglado, pues no, así la han dejado, lo que lo ha convertido en una particularidad muy característica.
Aunque no se pueden hacer fotos de las joyas de la corona, lo podéis ver en la réplica en piedra de la corona en uno de los puentes que cruza el Danubio.
Muy interesante la visita de 45 minutos del interior del Parlamento, para conocer su historia y curiosidades del lugar, como por ejemplo, el detalle de los reposapuros numerados, entre discurso y discurso los asistentes salían a fumar y dejaban los puros hasta el siguiente descanso en el número correspondiente.
A la orilla del Danubio y al lado del Parlamento se encuentra el conmovedor Monumento de los Zapatos, en recuerdo de los judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, en concreto el fusilamiento de 20.000 judíos del gueto de Budapest cuyos cuerpos fueron arrojados al río.
El puente más famoso es el de las cadenas, es también el más antiguo de la ciudad que une Buda y Pest, luciendo de manera especial por la noche.
La visita a la Gran Synagoga, considerada la segunda sinagoga más grande del mundo, te hace estremecer.
Se visita con un guía en español que te cuenta los horrores que padecieron los judíos en Budapest, y en el exterior de la sinagoga se encuentra el cementerio judío (poco sorprendente si se compara con el cementerio judío de Praga) y el árbol de la vida, una escultura de un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto.

Al final de la calle Vici Utca, una de las calles más comerciales, se encuentra el Mercado Central, el mercado más grande de Budapest, donde encontraréis los típicos productos húngaros, todo un estallido de color, olor y sabor.
Tiene 3 niveles, en la planta baja están los puestos de fruta, verdura, charcutería, paprika y miel, en el sótano los puestos de carne, pescado y encurtidos, y en la superior se encuentran las tiendas de souvenirs y puestos de comida donde puedes degustar comida húngara.
Nosotros comimos en un restaurante con música húngara donde pudimos degustar ...


La paprika está muy asociada a la cocina húngara y además de en ristas
la puedes encontrar en cualquier versión. Un detalle culinario para llevártelo de vuelta a casa.
Podréis comprar los famosos chorizos y salamis húngaros (salami de Pick) o el famoso vino húngaro tokaj, que va de los 3 a 6 puttonyos (así se dice a los grados que tiene el vino húngaro)
Y una de las cosas que más sorprendió, fue los botes de encurtidos, el arte que tienen en envasarlos cortados en diferentes formas graciosas y con caras sonrientes.

Por último visitamos La casa del terror, no os lo aconsejo si vais con niños porque se aburrieron bastante, ya que todo va con audioguia explicando los terroríficos años vividos con la invasión comunista. Es interesante conocer su historia y lo mal que lo pasaron.

Y no os podéis perder ver la ciudad iluminada de noche, os aconsejo subir de noche a la Ciudadela donde se puede ver iluminada toda la ciudad, desde este sitio se ve Buda y Pest, lo que da una visión muy completa de la ciudad. Desde Buda sólo se ve Pest, y desde Pest sólo se Buda, en cambio desde la ciudadela se ven las dos.

En Budapest hay muchas actividades de ocio y de todos los estilos, os invito en el próximo post a que los descubráis, donde haremos también un recorrido por su rica gastronomía.
No os lo perdáis porque os encantará.
Os espero.




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