La semana pasada fue el santo de Carla, y ella quería que le hiciera una tarta para celebrarlo, algo sencillo, sin muchas complicaciones.
Como tenía unos cortadores con expulsor de mariposas que todavía no había estrenado, me decidí por una tarta llena de mariposas.
A petición de Carla, las mariposas tenían que ser rosas y lilas, ¡cómo no!
Hice un bizcocho de yogur y lo cubrí con ganaché de chocolate blanco (aviso a navegantes, no queda blanco nuclear, tira a amarillento), perlitas y mucha purpurina que le daba un toque muy coqueto a la tarta.
En las fotos no se aprecia muy bien, pero todas las mariposas estaban llenas de purpurina.
La tarta no la hice sola, tuve la ayuda de mi pequeña Carla (ya no tan pequeña, que con 5 años es una pinche de primera) que le encantó cortar sus mariposas y después pintarlas de purpurina. ¡Es genial poder trabajar juntas!
que chula!!! y vaya pinta que tiene!
ResponderEliminarEstaba muy rica con el chocolate blanco
EliminarHola Mar!!! Qué mona tu tarta... cómo quedan de bonitas las mariposas... qué buena idea!
ResponderEliminarUn beso enorme
Por lo fácil que es queda muy resultona
EliminarA mi lo que me gustan son estas cosas sencillas, son mucho más bonitas que las que están súper recargadas :)
ResponderEliminarmuy bonita, tiene un aspecto dulce y lo mejor la colaboración verdad? un besote Mar
ResponderEliminarGracias, desde luego la ayuda de la pinche lo mejor!
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