Los vuelos de avión los cogí en trivago, la ida a Budapest con Wizz Air y la vuelta desde Praga con Vueling, los hoteles/apartamentos a través de booking, y los traslados entre las tres ciudades los hicimos en tren, muy cómodo porque no hay mucha distancia entre ellas.
Si os planteáis visitar Praga y Budapest, otra opción es aprovechar y visitar también Viena que está muy cerquita. Nosotros optamos en pararnos en Bratislava, que aunque es más pequeña y no es una ciudad imperial como Viena, no la conocíamos, en cambio la ciudad austríaca la hemos visitado varias veces.
Primera parada Budapest, capital de Hungría y antigua ciudad imperial.
Lo primero que debemos saber es que Budapest es la unión de dos ciudades Buda y Pest separadas por el río Danubio. En Pest, en la orilla oriental del Danubio, se concentra la mayor parte de la población y vida urbana, mientras que Buda, en la orilla occidental, se asocia a los barrios señoriales y de clase alta.
Empezamos en el Bastión de los Pescadores, situado en la colina de Buda y uno de los puntos más populares de la ciudad.
Es una terraza con siete torres que representan las siete tribus magiares que fundaron Hungría, está construido en piedra blanca y es un mirador maravilloso de Pest.
Muy cerca, en lo alto de la colina de Buda, se encuentra el Castillo de Buda o Palacio Real en cuyo interior se encuentra la Galería Nacional Húngara.
No visitamos el museo, ya que lo interesante es pasear por los alrededores del castillo y ver las vistas de la ciudad. Para bajar utilizamos el funicular que nos dejó en la orilla del río.
En frente, al otro lado del Danubio, en la orilla de Pest, se encuentra el edificio más famoso de la ciudad y el más grande de Hungría, el Parlamento.
Edificio de estilo neogótico donde en una sala celosamente custodiada por una guardia de honor y bajo la cúpula a 96m de la altura, se exhibe el cetro y la corona con la que se ha coronado casi todos los reyes húngaros.
Una de las curiosidades de esta corona es que la cruz de la parte superior está torcida. Ya digo yo que la podrían haber arreglado, pues no, así la han dejado, lo que lo ha convertido en una particularidad muy característica.
Aunque no se pueden hacer fotos de las joyas de la corona, lo podéis ver en la réplica en piedra de la corona en uno de los puentes que cruza el Danubio.
Muy interesante la visita de 45 minutos del interior del Parlamento, para conocer su historia y curiosidades del lugar, como por ejemplo, el detalle de los reposapuros numerados, entre discurso y discurso los asistentes salían a fumar y dejaban los puros hasta el siguiente descanso en el número correspondiente.
A la orilla del Danubio y al lado del Parlamento se encuentra el conmovedor Monumento de los Zapatos, en recuerdo de los judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, en concreto el fusilamiento de 20.000 judíos del gueto de Budapest cuyos cuerpos fueron arrojados al río.El puente más famoso es el de las cadenas, es también el más antiguo de la ciudad que une Buda y Pest, luciendo de manera especial por la noche.
La visita a la Gran Synagoga, considerada la segunda sinagoga más grande del mundo, te hace estremecer.
Se visita con un guía en español que te cuenta los horrores que padecieron los judíos en Budapest, y en el exterior de la sinagoga se encuentra el cementerio judío (poco sorprendente si se compara con el cementerio judío de Praga) y el árbol de la vida, una escultura de un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto.
Al final de la calle Vici Utca, una de las calles más comerciales, se encuentra el Mercado Central, el mercado más grande de Budapest, donde encontraréis los típicos productos húngaros, todo un estallido de color, olor y sabor.
Tiene 3 niveles, en la planta baja están los puestos de fruta, verdura, charcutería, paprika y miel, en el sótano los puestos de carne, pescado y encurtidos, y en la superior se encuentran las tiendas de souvenirs y puestos de comida donde puedes degustar comida húngara.
Nosotros comimos en un restaurante con música húngara donde pudimos degustar ...
La paprika está muy asociada a la cocina húngara y además de en ristas
la puedes encontrar en cualquier versión. Un detalle culinario para llevártelo de vuelta a casa.
Podréis comprar los famosos chorizos y salamis húngaros (salami de Pick) o el famoso vino húngaro tokaj, que va de los 3 a 6 puttonyos (así se dice a los grados que tiene el vino húngaro)
Y una de las cosas que más sorprendió, fue los botes de encurtidos, el arte que tienen en envasarlos cortados en diferentes formas graciosas y con caras sonrientes.
Por último visitamos La casa del terror, no os lo aconsejo si vais con niños porque se aburrieron bastante, ya que todo va con audioguia explicando los terroríficos años vividos con la invasión comunista. Es interesante conocer su historia y lo mal que lo pasaron.
Y no os podéis perder ver la ciudad iluminada de noche, os aconsejo subir de noche a la Ciudadela donde se puede ver iluminada toda la ciudad, desde este sitio se ve Buda y Pest, lo que da una visión muy completa de la ciudad. Desde Buda sólo se ve Pest, y desde Pest sólo se Buda, en cambio desde la ciudadela se ven las dos.
En Budapest hay muchas actividades de ocio y de todos los estilos, os invito en el próximo post a que los descubráis, donde haremos también un recorrido por su rica gastronomía.
No os lo perdáis porque os encantará.
Os espero.
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