Es una de las tartas que más me gusta, y con la receta que hoy os traigo sale un bizcocho súper jugoso y la combinación de chocolate y mermelada de albaricoque está de vicio. No tiene nada que envidiar a la auténtica Sacher Torte del Hotel Sacher de Viena, la he probado y os lo puedo asegurar.
Como no puedo evitar decorar las tartas y los bombones de temas otoñales me fascinan (cada año hago una tarta con decoraciones similares pero diferentes, las podéis ver aquí y aquí), compré bombones en forma de seta, bellota y calabaza y transformé la tarta sacher en una tarta otoñal.
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
-6 huevos
-200 gr de azúcar
-150 gr de mantequilla
-150 gr de chocolate negro, 55% cacao
-150 gr de harina de repostería
-10 gr de levadura
-50 gr de harina de almendra
Para el relleno:
-200 gr de mermelada de albaricoque
Para el ganaché de chocolate:
-200 gr de chocolate negro de cobertura
-200 ml de nata para montar
-una cucharadita de mantequilla
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 180º
Fundir el chocolate troceado y la mantequilla en el microondas o al baño maría. Reservar, dejándolo enfriar ligeramente.
En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta que tripliquen su volumen (unos 5-10 minutos), añadir la mezcla de chocolate y mantequilla, removiéndolo hasta integrar.
Añadir la harina de almendra, la harina de repostería y la levadura, y mezclarlo todo con movimientos envolventes.
Engrasar el molde enharinándolo o con spray antiadherente, verter la masa y hornearlo unos 45 minutos.
Cuando al pincharlo el palito salga limpio, sacarlo del horno, dejarlo enfriar y desmoldar.
Una vez frío, dejar reposar el bizcocho hasta el día siguiente, cubierto con film. (si no podéis esperar al día siguiente, no lo dejéis reposar y continuad rellenándolo)
Al día siguiente, abrir el bizcocho por la mitad y rellenarlo con la mermelada que la habremos calentado antes un poco en el microondas para que esté más líquida y se extienda mejor.
Finalmente, poner la nata en un cazo y llevarla a ebullición, cuando empiece a hervir la retiramos del fuego.
Añadir el chocolate en trocitos pequeños y la mantequilla, y removerlo hasta que se derrita y la mezcla esté brillante, lisa y homogénea.
Poner la tarta sobre una rejilla, y sobre el bizcocho verter el ganaché de chocolate. De esta manera, el chocolate sobrante caerá por los laterales de la tarta.
Si no se va a consumir la tarta enseguida la guardamos en el frigorífico y la sacamos un poco antes de servir.
Y ahora os enseño el corte, ¿quién se puede resistir a un trocito? Yo, desde luego que no.
Probadla, os va a encantar.
Mira!!, No me he podido resistir!!!, estoy imprimiendo la receta porque la tengo que hacer sí o sí!!!!. Besines guapa!!!
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