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lunes, 30 de septiembre de 2019

Cookies al estilo Levain Bakery

Como ya sabéis los que me seguís por instagram, este verano he estado en Nueva York, y las cookies de Levain Bakery fue lo mejor que probé, nunca había comido unas cookies tan ricas, crujientes por fuera y blanditas por dentro, con chips y nueces que sólo acordarme se me hace la boca agua. Es que no lo digo yo, lo dice cualquiera que las pruebe, y de allí su fama.
Tanto me gustaron que quise reproducirlas en casa para ver si me salían igual.
He de confesar que como las auténticas no hay nada, las propietarias de la tienda hicieron mil pruebas para dar con la receta perfecta, así que no voy a ser yo quien a la primera de cambio encuentre la fórmula mágica, pero las que hice están muy muy ricas, gorditas, con el interior blando con chips de chocolate y trocitos de nueces.
Es que no hay quien se resista a una buena cookie con un buen vaso de leche.
Un mega cookie con un interior increíble de chocolate y nueces, y como podéis observar en las fotos quedan súper gordotas.
Cada cookie pesa 80 gr, es súper grande, aunque mucho más grandes son las auténticas de Levain Bakery, con una tienes suficiente para la merienda.
Vamos con la receta, 
INGREDIENTES para 17 galletas de 80 gr.
-240 gr de mantequilla sin sal
-135 gr de azúcar moreno
-100 gr de azúcar blanco
-2 huevos
-270 gr de harina de trigo
-30 gr de maizena
-1 cucharadita de bicarbonato
-1 cucharadita de levadura Royal
-1/2 cucharadita de sal
-200 gr de nueces peladas
-350 gr de pepitas de chocolate

ELABORACION
Tamizar la harina junto con la maizena 4 veces, para que quede como de repostería.
Batir la mantequilla con el accesorio de pala a velocidad baja. Añadir los azúcares y batir a velocidad media hasta conseguir una masa homogénea. 
Incorporar los huevos, uno a uno, mezclando 30 segundos entre uno y otro.
Añadir los ingredientes secos: harina, maizena, bicarbonato, levadura y sal, y batir a velocidad baja hasta que esté todo integrado.
Añadir las nueces partidas a la masa y mezclar a velocidad baja.
Finalmente añadir las pepitas de chocolate a velocidad baja para que queden repartidas en toda la masa.
Envolver la masa en film transparente y dejar reposar en la nevera de 2 a 4 horas. (Podéis hacer la masa por la noche y por la mañana hornearlo).
Sacar la masa de la nevera, coger porciones de 80 gramos y hacer bolas, así el centro quedará tierno.
Se tiene que enfriar la masa para poder manejarlas, yo las tuve 2 horas en la nevera y la masa estaba todavía blanda.
Ponerlo en la bandeja del horno sobre papel de hornear dejando bastante separación entre ellas. 
Meterlo en la nevera durante unos 45 minutos antes de hornear, este punto es importante para que no se aplanen en el horneado.
Hornearlo a media altura durante unos 6 minutos, giramos la bandeja y horneamos 6 minutos más, en total 12 minutos a 200º.
No hay que hornearlas en exceso porque queremos que el interior se quede blando, que no crudo.
Las dejamos enfriar unos 15 minutos en la bandeja.
¡Y a merenda o desayunar! Cualquier momento es bueno para disfrutarlas

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Praga

Después de visitar Budapest y Bratislava, llegamos a Praga la capital de la República checa, la ciudad de las 100 torres y nos enamoramos al instante. Es una ciudad pequeña con mucho encanto.
Como estábamos alojados en pleno centro, comenzamos la visita de la ciudad callejeando por Staré Mesto, el barrio antiguo.
En la plaza de la ciudad vieja encontramos la iglesia de Nuestra Señora de Tyn, con sus pináculos infinitos que se ven desde cualquier punto de la ciudad.
En la misma plaza está la Torre del Ayuntamiento que posee el reloj astronómico medieval más famoso del mundo. El verano pasado estaba en obras, pero doy fe de que es una preciosidad ya que tuve la suerte de verlo en un viaje anterior.
via
La leyenda cuenta que el carpintero que lo creó hizo un trabajo tan fino que quienes se lo encargaron quisieron asegurarse de que no lo repitiera para que fuera único en el mundo, y lo dejaron ciego.
Él, en modo de venganza, se metió dentro del reloj y paró el mecanismo, a la vez que su corazón dejaba de latir. Por ese motivo, se cree que el movimiento de las agujas del reloj y el baile de las figuras aseguran que la ciudad va bien. Y si algún día el reloj se para, llegará la mala suerte a la ciudad.

Praga se la conoce como la ciudad de las cien torres, y la más famosa es la Torre de la Pólvora, llamada así porque se utilizaba como almacén de este explosivo.

El puente más bonito y transitado es el puente de Carlos que comunica la Ciudad Vieja con la Malá Strana.
Durante su recorrido se puede contemplar 30 impresionantes estatuas.
Es una de las maravillas con más encanto de la ciudad, a pesar de la cantidad de turistas que hay, como podéis comprobar en las fotos.
Sin duda, el ambiente, la música callejera y las vistas son de las bonitas cosas que te quedan gravadas en la memoria.
Y llegamos a Malá Strana, el barrio donde está el castillo
Antes de subir al castillo, nos dirijimos al muro de John Lennon, un símbolo de la libertad de expresión, que está muy cerca del puente de Carlos,
El castillo de Praga no es una sola construcción sino que está formado por un conjunto arquitectónico: la catedral de San Vito, el antiguo palacio real, el callejón de oro y otros muchos más edificios.
Muy colorido es el callejón de oro, se dice que la calle debe su nombre a los orfebres que trabajaban allí, aunque al parecer eran las casas de los arqueros que defendían el castillo. En la casa nº 22 Frank Kafka vivió durante un tiempo.
Algunas de las pequeñas casas del callejón se pueden visitar y otras son tiendas de souvenirs.

Interesante visitar la plaza de Wenceslao donde en 1989 se inició la revolución de terciopelo y la consecuente caída del comunismo. Cogimos un free tour y fue interesantísimo conocer no sólo los monumentos sino también su historia.
Muy interesante también descubrir el barrio judío de Josefov donde se pueden visitar las 6 sinagogas judías y el museo judío.
Pero lo más impactante es el cementerio judío, en un pequeño espacio se concentran más de 12.000 tumbas en piedra apiladas muchas de ellas unas sobre otras.
Hay otra Praga, la moderna, siendo su símbolo más famoso la Casa Danzante o conocida también como la casa de Ginger & Roger

Y otra escultura moderna que vale la pena visitar es la escultura móvil de Kafka. Te queda un buen rato viendo como se forma y deshace la cara.
Muy recomendable navegar por el río Moldava, ya sea en barco o en patinete, cualquier medio es bueno para descubrir la ciudad desde el río.
Y por la noche, las luces transforman la ciudad con una estampa de cuento.
Hay muchas tienda de cristal de bohemia, un mercado al aire libre que además de artesanía y souvenirs, venden fruta con unos frutos rojos que se te van los ojos.
Callejear, descubrir rincones y tiendas interesantísimas, como la de caramelos que también es museo del chocolate, fascinante ver todo el proceso de elaboración de los caramelos, es muy curioso.
Y no os vayáis sin probar los trdelnik, aunque será difícil no caer en la tentación porque el centro de Praga está plagado de puestos que los venden, sobretodo en forma de cono con helado.
Si queréis saber más sobre el chimney cake podéis pinchar aquí.
Os puedo asegurar que Praga tiene un olor y es el del trdelnik recién hecho.
Una ciudad preciosa que vale la pena visitar.