Konnichiwa! (Hola!)
Bienvenidos a Japón.
Con música tradicional japonesa de fondo, nos transportamos al país del sol naciente para celebrar el cumpleaños de Pol.
Cuando organizo una fiesta de este tipo, me gusta recrear el ambiente necesario para viajar al país en cuestión, y su música es imprescindible para ponernos en situación y tener la sensación que realmente estamos en ese país.
Los colores de la fiesta son el rojo, el blanco y el negro, colores que evocan al país nipón.
Sobre un mantel negro y un camino de mesa rojo, un despliegue de dulces de origen o inspiración japonesa, y un montón de
grullas de origami esparcidas por toda la candy bar.
Una guirnalda de farolillos de papel en rojo y en negro decora la mesa dulce, y en el borde de la mesa una guirnalda de felicitación con tipografía oriental.
Las figuras de las japonesas son un préstamo de mi madre, siempre que voy a su casa arrimo con todo lo que necesito para mis fiestas (luego se lo devuelvo, que conste!)
La mesa está presidida por una tarta coronada con un tori, el arco tradicional de áreas sagradas, que es un icono famoso en Japón, decorada con escritura japonesa y una pagoda.
A sus pies, galletas kimono sobre una caja típica de madera para guardar palillos, y unos boles de inspiración oriental en blanco y negro con jelly beans rojos, lacasitos blancos y rojos, y moras rojas.
En el centro de la mesa las galletas decoradas en forma de
kimono y abanicos, que ya vimos con detalle la semana pasada.
En una caja de madera, uno oreos con los símbolos japoneses de paz, amor, felicidad, alegría.
En una fiesta japonesa con niños no podían faltar los dorayakis para sentirse un auténtico Doraemon. No hace falta que sean auténticos, están los
bollycao dokyo que los puedes encontrar en todos los supermercados.
Y en un bol de cristal, galletas de la fortuna
Otro dulce clásico japonés y que lo podemos encontrar en cualquier supermercado, son los mikados, palitos de pan cubierto de chocolate.
El sushi dulce quedó súper chulo, hecho con gominolas y también con
japokitos, el bizcochito que se come con palillos!, es de Phoskitos, quizás es un poco difícil de encontrar, porque no está en todos los supermercados, pero queda tan ideal para la fiesta! Es que es igual que el sushi pero en dulce!
Chocolatinas personalizadas con el logo de la fiesta, como en la invitación
Sobre una caja de madera, una tetera (otro símbolo clásico japonés, aludiendo a la conocidísima ceremonia japonesa del té) y en el interior de la caja botellas de agua personalizadas con el símbolo japonés que significa agua.
Para que se llevaran los dulces de recuerdo, puse unas cajitas en forma de cajas de fideos (así le daba un toque oriental) personalizadas con el nombre de Pol en japonés. Para traducir vuestro nombre al japonés podéis pinchar
aquí
Uno de los momentos más divertidos fue el momento galletas de la fortuna.
Nos reímos un montón leyendo los mensajes que contenían las galletas, algunos de ellos dan mucho que pensar!. Las tiras de papel con palabras de sabiduría estaban escritas por un lado en castellano y por el otro en inglés.
Las galletas las compré en el Lidl en la semana oriental que hicieron días antes del cumpleaños, pero también las puedes encontrar en otras tiendas como en Oriental Market, como os explicaba cuando os hablé de los
preparativos.
Pero no todo en la fiesta fue dulce, y... ¿qué es lo que no podía faltar en una fiesta japonesa? El sushi!!! Sushi hecho por mí y Carla (creo que a ella se le da incluso mejor que a mí, en serio!), porque la gracia era hacerlo nosotros y como no nos gusta el pescado crudo hicimos makis y california roll de gambas, palitos de cangrejo y salmón ahumado.
Como es una comida un poco especial, y aunque está muy de moda, a todo el mundo no le gusta, hicimos un falso sushi, lo que viene a ser enrollados de pan de molde. Quedaron muy ricos y muy vistosos, otro día os doy la receta.
Hubo aperitivos japoneses de diferentes clases, incluso había cacahuetes con wasabi, súper mega picantes!!! (demasiado para mi gusto)
También había saquitos de langostinos y gyoza de carne que son empanadillas japonesas
Compramos edamame, vainas de soja inmaduras (se recogen antes de madurar) hervidas en agua con sal y servidas enteras. Se comen las semillas, no la vaina, y es un aperitivo japonés.
Y para acabar el menú japonés, también compramos fideos yakisoba de pollo y de vegetales, y todo comido con palillos porque la gracia es comerlo con palillos, que no sabes, que se te cae, que no puedes... todo forma parte del ritual y diversión de la fiesta.
Y para los adultos, bebida auténtica japonesa, tés, cervezas japonesas de diferentes marcas, vino de arroz y sake.
Nos lo curramos un montón, pero disfrutamos mucho más.
Sayonara baby!