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jueves, 11 de marzo de 2021

Tabla de quesos y rosas de embutidos

Las tablas de quesos y embutidos gustan a todo el mundo, pero si nos esmeramos en su presentación lo podemos transformar en una composición artística comestible.
Hace tiempo publiqué una entrada, la tenéis en este enlace, con todos los ingredientes que tenía que tener una tabla de quesos y embutidos para que quedara variada y vistosa, hoy vengo con nuevas ideas para una presentación bonita y diferente.
En cuanto a los embutidos, no es lo mismo dejarlos sobre la tabla de cualquier manera que darle un poco de forma y convertirlo por ejemplo en una flor.
Hay varias formas de hacer rosas de embutido, ya sea de chorizo, salchichón o salami, una sería enroscando cada loncha. 
Y otra con la ayuda de una copa, si la copa es pequeña la rosa quedará más cerrada, y cuando más grande sea la copa más abierta quedará.
En instagram publiqué un reel donde podéis ver como se hacen los dos tipos de rosas de embutido, si no lo vistéis os dejo el enlace
El jamón se puede presentar doblándolo en forma de abanico
Para los quesos también hay múltiples formas de presentarlos, por ejemplo, el brie (si es en formato redondo, no una cuña) o el camembert se pueden cortar en triángulos y hacer una rueda. 
O bien ponerlo entero y con la ayuda de un cortador de galletas cortar la forma en la parte superior del queso y rellenar el hueco con mermelada. Como hice en esta tabla que publiqué en instagram.
El queso manchego, cortado en triángulos, se puede presentar con las puntas hacia un lado y hacia el otro de manera alterna, o bien mirando todas hacia el mismo lado. 
También se podría poner los triángulos de queso manchego de pie sobre uno de los lados y alternarlos haciendo que coincidan los picos con las bases de los de enfrente, como hice en la tabla publicada en este enlace aquí
La fruta dará mucho colorido a nuestra tabla, y si por ejemplo cortamos el kiwi en zig-zag quedará mucho más elaborado.
Y no nos podemos olvidar de alguna cosa para dipear, el humus siempre es una muy buena opción.
Así da gusto comer este mosaico comestible.
Si queréis ver el making of de este tabla de quesos y embutidos, podéis pinchar aquí

domingo, 7 de marzo de 2021

Red velvet cheesecake

Desde que fuimos a Nueva York mi hijo deseaba volver a comer la tarta red velvet cheesecake que descubrió allí y le entusiasmó, así que para su cumple deseo concedido.

Es un cheesecake con la base y parte superior de bizcocho red velvet en lugar de la base de galletas trituradas, o depende de como se mire, es un tarta red velvet con el relleno de cheesecake en lugar de la crema de queso.

Aunque es un poco más laboriosa de hacer que una simple tarta red velvet porque se tiene que añadir la elaboración del chesecake, el resultado vale la pena y es delicadamente delicioso.


Para la decoración utilicé fresas, frambuesas, bolas doradas de chocolate y pinté el borde de la tarta y las frutas con pintura dorada comestible para darle un toque más elegante y festivo. 

Me encanta como queda la tarta con el toque dorado, a partir de ahora creo que voy a pintar muchas más tartas con oro.

Como la receta tiene varias elaboraciones es mejor hacer el día anterior el cheesecake y el bizcocho red velvet y así sólo quedará hacer el frosting y montar la tarta el día siguiente.
Para un molde de 20 cm, la receta de la tarta red velvet la tenéis en este post y para el cheesecake se necesita:

INGREDIENTES
-550 gr de queso crema tipo Philadelphia
-130 gr de azúcar
-2 huevos 
-160 ml de crema agria (se puede sustituir por nata para montar con un chorrito de limón y esperar 15-30 minutos)
-2 cucharaditas de extracto de vainilla

ELABORACION
Engrasar el molde de 20 cm y poner un disco de papel de hornear en la base y laterales para poderlo desmoldar con facilidad.
En un bol poner el queso crema y el azúcar y batir a velocidad baja, no queremos meter aire en la masa.
Añadir los huevos ligeramente batidos.
Incorporar la crema agria y el extracto de vainilla y batir hasta integrar.
Hornearlo 15 minutos a 170º y luego bajar la temperatura a 120º unos 60 minutos más.
Pasado este tiempo si movemos el molde y vemos que flanea ya estará.
Abrir la puerta del horno y dejarlo dentro una hora más.
Después, sin desmoldar, meterlo en la nevera toda la noche o en el congelador unas horas.

Para el montaje del red velvet cheesecake:
Sobre un plato de presentación poner el primer bizcocho, encima el cheesecake y despúes el segundo bizcocho.
Aplicar una primera capa de frosting de crema de queso (la receta la tenéis aquí) y ponerla en la nevera para que se enfríe un ratito.
Añadir una capa de crema de queso más generosa sobre la tarta y nivelar con una espátula.
Finalmente decorarla al gusto, en mi caso con fresas, frambuesas, bombones de chocolate y pintura dorada.
Antes de pintar la tarta, la meteremos en la nevera para que la crema de queso se enfríe ya que para aplicarle el dorado el frosting tiene que estar bien frío

Espero que os guste.