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martes, 16 de mayo de 2017

New York cheesecake

La tarta de queso americana o New York cheesecake, famosa donde las haya, es uno de los símbolos gastronómicos de la ciudad de Nueva York, y se ha convertido en uno de los postres favoritos de los americanos.
Este clásico americano tenía que estar presente en nuestra USA party, la mejor manera de celebrar el 4 de julio y acabar una comida.

A diferencia de la tarta de queso que publiqué hace unas semanas que se hacía sin horno, la New York cheesecake sí que se hornea. Queda una textura diferente a la hecha sin horno (que era más tipo mousse), pero las dos están realmente deliciosas.

INGREDIENTES
Para la base
-200gr de galletas tipo Digestive
-85gr de mantequilla
Para la crema de queso
-4 huevos
-600gr de queso Philadelphia
-500ml de nata con 35% de materia grasa
-200gr de azúcar
-1 yogur griego
Para la decoración
-mermelada de fresa
-fresas, frambuesas y arándanos

PASO A PASO
Triturar las galletas hasta que queden como polvo (ya sea con un robot de cocina o golpeándolas con un rodillo) y mezclarlo con la mantequilla derretida. Debe quedar como una arena mojada.
En la base de un molde desmoldable de 24 cm, poner la masa de galleta presionando bien, e introducirlo en el congelador mientras se prepara el relleno del cheesecake.


Para preparar la crema de queso, batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.
Añadir la nata, el yogur griego y el queso, mezclando con la batidora sin que coja mucho aire.
Verter la crema de queso sobre la base de galletas .
Como se horneará al baño maría para evitar que se reseque por arriba y se quiebre y forme rajas, forrar la parte inferior del molde con  papel de aluminio (para que no entre el agua dentro del molde) y ponerlo en una bandeja honda con un dedo de agua.
Si os da miedo poner el molde dentro de una bandeja con agua por si os entra agua, podéis poner una bandeja con agua en la parte inferior del horno, y en la rejilla poner el molde, porque lo importante es que haya condensación de agua suficiente.  Y así es como lo hice yo.
Introducirlo en el horno precalentado a 180º y hornearlo durante 1 hora. Se sabrá que está cuajado si al meter un palito, éste sale limpio, de no ser así, seguir horneando un poco más. Si se tuesta mucho por encima, tapar con papel de aluminio.
Una vez pasado este tiempo, apagar el horno, abrirlo un poco y dejarlo enfriar dentro.


Una vez la tarta esté fría decorarla con la mermelada y los frutos rojos y meterla en la nevera unas dos horas más o hasta la hora de servir.
Como lo mejor es preparar la tarta de un día para otro, y además a mí me va mucho mejor, horneé el cheesecake por la noche, y una vez frío lo puse en la nevera toda la noche y al día siguiente lo decoré con la mermelada y frutos rojos.

Y que me decís del corte, delicioso....
A partir de ahora es una de mis tartas favoritas, es fácil y exquisita. Os animo a hacerla.
Y ya sabéis, si os da pereza el horno, tenéis la versión de tarta de queso sin horno, fresquita y también muy rica.
Un beso

2 comentarios:

  1. Hola! Nos encantan las tartas de queso! La decoración con arándanos y frambuesas queda preciosa! Y el corte se ve delicioso! Besis

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  2. Es uno de mis postres favoritos desde que vivo aca en Usa hace 15 años.
    Saludos:

    Olguis.

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Gracias por dejarme tus comentarios, me hacen muchísima ilusión.
Un beso